25 mayo 2009

Bermúdez cambió en el último momento la sentencia del 11-M


 




 

 
OPINION
EDITORIAL
Una sentencia con freno y marcha atrás

POR SI FALTARA alguna prueba de la trascendencia del informe Iglesias que mañana mismo aparecerá en las librerías, el vicedirector de EL MUNDO Casimiro García-Abadillo revela en el prólogo del libro que el juez Gómez Bermúdez estuvo a punto de proponer a sus compañeros una sentencia que hubiera sido muy acorde con las principales conclusiones de este químico: en los trenes no estalló Goma 2 ECO sino Titadyn y la Policía manipuló la investigación. Resulta que apenas una semana antes de la presentación pública de la sentencia, el a la vez presidente de la sala y ponente comunicó a un magistrado amigo suyo no sólo que quedarían absueltos los supuestos cerebros de la trama -como así ocurrió- sino que, además, Trashorras sólo sería condenado por tráfico de explosivos y habría deducción de testimonios contra mandos de los cuerpos de seguridad.
EL MUNDO conoció esta información y se comprometió a mantenerla en secreto hasta que se consumara, y así lo hizo. Ahora García-Abadillo ha reconstruido y corroborado los hechos con el interlocutor del juez. No hablamos, pues, a lomos de un mero rumor.
Es obvio que la absolución de Trashorras como autor de la masacre hubiera desmontado no sólo el tejado de la versión oficial, como pasó con los autores intelectuales, sino sus propios cimientos. Todo el edificio se hubiera desmoronado con estrépito y el comando de Leganés habría quedado flotando en el vacío, sin suministradores de explosivos conocidos. Si además uno o varios policías -el candidato más obvio era Sánchez Manzano- hubieran ido «caminito de Jerez» como el propio Bermúdez había pronosticado ante diversos testigos, el escándalo político habría sido mayúsculo y las circunstancias de la victoria del PSOE en el 2004 habría sido puesta en entredicho. ¿Por qué durante esa semana decisiva el juez Bermúdez primero echó el freno a esos afanes justicieros y luego dio marcha atrás en dos de sus tres propósitos? ¿Recibió presiones del Gobierno? ¿Tuvo en cuenta la precariedad de su recurrido puesto al frente de la Sala de lo Penal de la Audiencia? ¿Ponderó el efecto que una sentencia así habría tenido en la acogida al polémico libro de su esposa? La prueba de que, en todo caso, sus consideraciones fueron políticas está en el inaudito formato con que presentó la sentencia: enfatizando todo aquello que avalaba al Gobierno frente a las dudas y pesquisas de nuestro periódico y camuflando la propia absolución de los «cerebros».
Esta secuencia de acontecimientos adquiere ahora un gran relieve porque en definitiva viene a demostrar que Bermúdez, hombre sin duda perspicaz e inteligente, ya se dio cuenta de lo que Antonio Iglesias demuestra al repasar los análisis de los explosivos: que la química refutaba la versión de la «Goma 2 ECO y vale ya». Por eso se cubrió con la añagaza de que podía haber un segundo explosivo, fingiendo ignorar que en los trenes de lo que no había rastro era del primero.
Así las cosas, creemos que la Justicia debe darse una segunda oportunidad para averiguar lo que ocurrió el 11-M. Podría llegar a través de los flecos que aún investiga el juez Velasco, sucesor del nefasto Del Olmo -por ejemplo la detención en Marruecos del supuesto alquilador del piso de Leganés- pero nadie percibe el impulso suficiente en esa vía. Más factible sería que alguno de los condenados pidiera la revisión de la sentencia a partir de un hecho nuevo como el informe Iglesias o que las víctimas se querellaran contra el entonces jefe de los Tedax y otros policías. La memoria de los muertos y la dignidad de los vivos requieren que alguien levante en sede judicial el freno político que, según todos los indicios, Gómez Bermúdez aplicó sobre su inteligencia y su conciencia en octubre de 2007.


Lunes, 25 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.098.
ESPAÑA
11-M, LA INVESTIGACIÓN / Nuevas revelaciones
Bermúdez cambió en el último momento la sentencia del 11-M
Una semana antes de notificarla dijo a un magistrado que sólo condenaría a Trashorras por tráfico de explosivos y que iba a deducir testimonio contra mandos policiales
Madrid
El revés que para la versión oficial del 11-M supuso la sentencia de la Audiencia Nacional estuvo a punto de resultar, en realidad, un cataclismo. Una semana antes de hacer público el fallo, el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, rectificó dos elementos esenciales que hubieran hecho tambalear la versión presentada por la Fiscalía.
A finales de octubre de 2007, el presidente de la Sala de lo Penal transmitió confidencialmente a un magistrado tres aspectos clave del fallo referidos a la autoría intelectual, los explosivos y la posible responsabilidad penal de algunos funcionarios. Pero lo que salió adelante fue un plan B donde sólo sobrevivió la ausencia de autores intelectuales.
Por el contrario, un minero asturiano y su explosivo cargaron con los muertos del 11-M y ningún miembro de las Fuerzas de Seguridad tuvo que afrontar investigación alguna.
Las confidencias incumplidas del presidente del tribunal constan en Titadyn (La Esfera de los Libros), en el que el vicedirector de este diario, Casimiro García-Abadillo, prologa el macroinforme sobre los explosivos del 11-M elaborado por uno de los peritos que actuó para el tribunal, el químico Antonio Iglesias.
«Una semana antes de que se comunicara públicamente la sentencia, Gómez Bermúdez le transmitió confidencialmente a un magistrado tres conclusiones de la misma: 1. No se establecería la autoría intelectual del atentado, en contra de lo que sostenía la Fiscalía. 2. Habría deducciones de testimonio para algunos mandos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. 3. El minero Suárez Trashorras no sería condenado como responsable de los atentados, sino sólo por tráfico de explosivos».
«Esta información», prosigue, «se la hizo llegar al director de EL MUNDO una tercera persona, que nos pidió mantenerla en secreto hasta el día 31 de octubre. Así lo hicimos. Posteriormente yo mismo he tenido la ocasión de comprobar con la fuente que, en efecto, ésa era la intención del ponente a tan sólo una semana de hacer pública la sentencia».
Sin embargo, sólo uno de esos puntos, el de los autores intelectuales, sobrevivió a las intensas jornadas que precedieron a la presentación pública de la sentencia. Las otras dos no se cumplieron. Lo cierto es que si hubieran recibido la rúbrica del tribunal -completado por Alfonso Guevara y Fernando García Nicolás-, el revolcón a la teoría mantenida por el Ministerio Público habría sido mayúsculo.
«Al menos dos de esas conclusiones (la segunda y la tercera), que hubiesen supuesto un varapalo fundamental para el escrito de conclusiones de la Fiscalía y que habrían puesto en tela de juicio la labor de investigación de destacados mandos policiales, tenían que ver con los explosivos».
«Si el explosivo utilizado por los terroristas no queda demostrado que fuera Goma 2 ECO, el papel de Suárez Trashorras quedaba reducido al de mero proveedor del mismo a la banda de El Chino. Eso habría permitido su condena por tráfico y no por asesinato múltiple».
En cuanto a las deducciones de testimonio, el propio desarrollo del juicio pareció hacerlas inevitables. Sin embargo, el tribunal hizo mutis por el Supremo y se las sacudió de encima alegando que antes de ponerse a ello hacía falta esperar a ver qué daba por probado el Alto Tribunal. El Supremo se pronunció, pero el tribunal de la Audiencia Nacional no volvió a hacerlo.
Las víctimas, decepcionadas, han recordado en muchas ocasiones que Gómez Bermúdez les había asegurado que algunos testigos irían «caminito de Jerez». Es decir, procesar a destacados mandos por delitos como falsedad en documento público, falso testimonio, ocultación o manipulación de pruebas, etcétera. «Yo mismo he oído al juez Gómez Bermúdez pronunciar esa frase y no me cabe ninguna duda de que ésa era su voluntad», añade García-Abadillo en Titadyn. La lista de nombres tenía claros candidatos: el ex jefe de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano; la químico que hizo los primeros análisis; el coronel de la UCO Félix Hernando y el subordinado que era el contacto del confidente Zouhier; el jefe de la UCAO, Domingo Castaño, y el instructor de las diligencias policiales sobre el 11-M. Así lo reclamaban las acusaciones.
Pero hubo sentencia y no hubo nada. Emilio Suárez Trashorras y su explosivo asturiano se llevaron 40.000 años de prisión y ningún mando policial encontró su nombre en el fallo.
Entonces, ¿qué pasó? García-Abadillo ofrece dos explicaciones: la malévola y la probable. La primera sostiene «que el Gobierno, primer interesado en una sentencia que se pareciera lo más posible a las conclusiones de la Fiscalía, le ofreciera algo relacionado con su carrera profesional. ¿Tal vez el apoyo ante nuevos recursos para arrebatarle la presidencia de la Sala de lo Penal? ¿Quizás la presidencia de la Audiencia? No creo que Gómez Bermúdez se haya dejado comprar tan burdamente, a pesar de que su esposa, Elisa Beni, en su libro La soledad del juzgador, deja entrever diversas presiones y mensajes más o menos sugerentes».
Sin embargo, la respuesta más verosímil es otra. «El juez, probablemente, actuó a sabiendas de que su sentencia, tal y como la redactó, sería bien recibida por el Gobierno. Gómez Bermúdez parece que mantuvo contactos con Rubalcaba, pero que su relación con él no era fluida. Sin embargo, sí lo era con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, con la que mantuvo diversas conversaciones. Beni, en el libro ya mencionado, cita un encendido halago de Fernández de la Vega a su marido».
En cualquier caso, ambas interpretaciones se desarrollan en el mismo escenario. «Es duro ir contra las tesis que han justificado lo injustificable. Era, en efecto, muy duro cuestionar un relato de los hechos que ha sustentado la verdad oficial sobre el 11-M, y habría sido aún más duro sentar en el banquillo a algunos de los que hicieron posible una compleja operación de encubrimiento sobre lo ocurrido».
El presidente del tribunal no sólo reculó en dos encrucijadas de la sentencia, sino que aprovechó la inercia de su presentación televisada para arremeter contra algunas de las informaciones publicadas en este diario. «Si la sentencia fue un jarro de agua fría para los que esperábamos un veredicto más acorde con el desarrollo de la vista oral, la presentación que hizo el propio Gómez Bermúdez de la misma fue una agresión injustificada y sin precedentes a un medio de comunicación (EL MUNDO), justo el que más había defendido la actuación del magistrado frente a los ataques de los que le veían demasiado remiso a aceptar el relato y las teorías creativas de la Fiscalía».
Esa inaudita presentación fue, además, cosecha exclusiva del propio Bermúdez: «El escrito que leyó el ponente ante los periodistas, en el que se daba una visión subjetiva y sesgada del fallo del tribunal, ni siquiera fue consensuado con los otros dos miembros de la Sala. Con posterioridad tuve la oportunidad de preguntarle a Alfonso Guevara si Gómez Bermúdez les había enseñado a él y a Fernando García Nicolás el escrito que leyó ante los medios. 'No. Para mí fue una sorpresa. Nos dijo que iba a leer unas conclusiones, pero no nos enseñó el escrito'».
Un magistrado que conoce bien al presidente de la Sala de lo Penal interpreta así lo ocurrido: «'Lo que hizo con su incomprensible presentación pública fue buscar el apoyo de los medios que él sabía que iban a aplaudir las críticas implícitas a EL MUNDO para que no le machacaran a él por una sentencia incómoda para las tesis oficiales. De alguna forma, utilizó a EL MUNDO como parapeto frente a esas críticas'».
Contando con el margen de discrecionalidad que proporciona el derecho, otra persona que lo conoce bien considera que el magistrado actuó «teniendo en cuenta sus intereses». «Es decir, no creo que hiciera nada que él creyera contrario a sus convicciones, pero pensó en la repercusión de la sentencia y actuó en consecuencia», añade.
El caso es que el resultado de lo sucedido en aquel final de octubre fue que «el hombre que había despertado las mayores expectativas respecto al conocimiento de la verdad sobre el 11-M no sólo avaló una sentencia que traicionaba su propio criterio (expresado, como ya se ha dicho, días antes de manera confidencial), sino que utilizaba el día de su presentación para atacar al medio que más había trabajado para aportar nuevos datos a la investigación».
Con ser llamativo, la repercusión sobre el trabajo de este periódico no era lo más relevante. «Con su cambio de posición, Gómez Bermúdez no sólo traicionó a los que esperábamos una actitud más valiente: ha dejado a las víctimas sin amparo en su justo deseo de conocer la verdad y, sobre todo, se ha traicionado a sí mismo».
Es ahí donde adquiere su sentido la decisión del perito Antonio Iglesias de revisar todos los datos y análisis reunidos en los tres meses y medio de macropericial. «Abre una nueva esperanza para conocer la verdad. Utilizo las propias palabras de Gómez Bermúdez recogidas en una reveladora entrevista que le hizo Esther Esteban en octubre de 2006: 'Todavía hay algún asunto del GAL coleando. Y lo mismo ocurrirá con el 11-M. Siempre que aparezca un hecho nuevo, con independencia de que aparezca antes, durante o después del juicio, se podrá abrir una nueva investigación. Ése es el sistema procesal español. Estoy seguro de que se descubrirá la verdad, se tarden más o menos años'. Que así sea».
Búsqueda genuina de la verdad
El malabarismo final con el quita y pon de la sentencia llegó tras 57 jornadas de juicio que merecieron el elogios unánimes para el presidente. «Gómez Bermúdez actuó desde el principio como un auténtico director de orquesta», afirma García-Abadillo en 'Titadyn'. «Dio muestras de conocerse el sumario mejor que nadie. Manejó con autoridad los interrogatorios. Cortó a la fiscal Sánchez cuando creyó que se estaba sobrepasando, generando momentos de gran tensión en la sala, siempre atestada de gente».
Al menos en esa fase de juicio oral -antes de ponerse a rumiar todas las teclas de la sentencia y lo que desataría cada una de ellas-, la intención parecía encomiable. «Creo honestamente que Gómez Bermúdez llevó a cabo una labor difícil de superar durante la vista oral. No es nada fácil mantenerse siempre atento a todo durante muchas horas y días seguidos, sin perder la calma, sabiendo mantenerse siempre en su sitio, sin abusos, sin perder la compostura. Y creo que su forma de dirigir la vista oral implicaba un deseo genuino de saber la verdad, dentro de los límites lógicos en los que se podía mover y que venían marcados por un sumario lleno de lagunas».
Todo ello, además, en unas circunstancias que nunca se habían producido. Fue un juicio televisado durante el que Gómez Bermúdez estuvo abierto a hablar con todos los medios, incluidos los que poco antes habían arremetido contra él por sugerir que podía haber una sentencia «abierta». «Estábamos ante un comportamiento insólito. Ciertamente, con habilidad y saber hacer, Gómez Bermúdez se convirtió en una estrella mucho más luminosa que el hasta entonces único astro de nuestro universo judicial, Baltasar Garzón».
Un cargo tambaleante
Gómez Bermúdez llegó al primer día de juicio del 11-M con su cargo «en precario», como recuerda García-Abadillo. Sobre su nombramiento como presidente de la Sala de lo Penal pendía la amenaza de una nueva anulación -para entonces ya llevaba dos-, que sin bien no hubiera afectado al juicio sí hubiera creado una situación delicada. De hecho, Gómez Bermúdez presidió el tribunal del 11-M sencillamente porque él mismo, como presidente de la Sala, quiso hacerlo, y no porque le correspondiera.
El libro de su esposa recoge una protesta al respecto. «¿Y no se podrá, alguna vez, trabajar rodeado de la serenidad necesaria? ¿No será posible...?», dijo cuando supo en mayo de 2007, en pleno juicio, que el fiscal apoyaba la anulación de su nombramiento.
La primera anulación fue consecuencia del recurso de otro candidato de la Audiencia, el magistrado José Ricardo de Prada. La segunda se debió a un recurso presentado por su también compañero de sede judicial Baltasar Garzón, que aspiraba al puesto. El tercer nombramiento volvió a ser recurrido por De Prada por dos vías, una de las cuales contó con el apoyo fiscal. El ciclo de nombramiento-recurso sólo se cerró en enero de 2008, cuando ya se había dictado la sentencia del 11-M.


Lunes, 25 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.098.
ESPAÑA
11-M, LA INVESTIGACIÓN / Nuevas revelaciones



Bofetada a jueces y víctimas
El libro de la esposa de Bermúdez recibió reproches unánimes
Madrid
Para asombro de todos, tres semanas después de la sentencia sobre la masacre vio la luz un libro sobre el juicio escrito por la propia esposa del presidente, Elisa Beni. La soledad del juzgador (Temas de Hoy) no recibió ningún elogio y sí un aluvión de críticas del mundo judicial y de las propias víctimas.
La respuesta más dura al presidente del tribunal llegó de quien durante todo el juicio estuvo sentado a su diestra. El magistrado Alfonso Guevara consideró que Gómez Bermúdez había actuado con «deslealtad como amigo, como compañero y como presidente» y calificó de «lacerantes» algunos comentarios del libro, de cuya preparación no había tenido noticia. No era el único magistrado que salía perdiendo en comparación con la más acertada actuación del esposo de la autora. La lista de damnificados incluía igualmente a Juan del Olmo, instructor del 11-M, y Baltasar Garzón, rival de Bermúdez a la Presidencia de la Sala.
Sólo dos de los 18 compañeros de Gómez Bermúdez en la Sala de lo Penal aceptaron la invitación del presidente para asistir a la presentación del libro, celebrada en un ambiente de funeral. Unos días después, en una reunión del Pleno, los magistrados de la Audiencia Nacional también mostraron su disconformidad con la obra. De acuerdo con fuentes judiciales, el propio presidente de la Audiencia, Carlos Dívar, lamentó el daño que la obra podía hacer a la imagen del tribunal.
A todo ello se sumó la protesta de las víctimas, encabezada por Pilar Manjón, que amenazó con una denuncia contra Bermúdez. También el CGPJ llegó a estudiar si el contenido del libro suponía que el presidente del tribunal había cometido alguna irregularidad.
La última mala noticia sobre el libro llegó el pasado febrero. Un juzgado de Madrid condenó a Beni por intromisión en el derecho al honor de un abogado del 11-M y ordenó rectificar dos capítulos de la obra. Anteriormente, la publicación ya le había costado a Beni su despido como jefa de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Domingo, 24 de mayo de 2009.
ESPAÑA

EL MARTES SE PUBLICA EL LIBRO CON LAS CONCLUSIONES DEL QUÍMICO ANTONIO IGLESIAS
El informe que debería reabrir el caso del 11-M

POR CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO
Conocí a Antonio Iglesias (Madrid, 1940) en la primavera de 2007, cuando el autor del informe que tienen en sus manos ya había concluido su trabajo como perito para el tribunal que juzgó el atentado terrorista del 11-M. Desde el primer momento me llamó la atención su manera pausada de hablar, su precisión en el lenguaje y, sobre todo, su prudencia a la hora de emitir juicios de valor. [...] Un año después de que se emitiera la sentencia, en el otoño de 2008, durante el curso de un almuerzo, Iglesias me comentó que estaba a punto de concluir un trabajo al que había dedicado casi un año y que suponía una revisión del informe que en su día se presentó ante el tribunal.
Las andanzas del ex jefe de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano dejaron muchas abolladuras en el sumario del 11-M y condenaron al tribunal a lo inevitable: ordenar una nueva pericial. Las cosas no mejoraron. Los cuatro expertos oficiales se mostraron más dispuestos a proteger la versión oficial que a asumir con asepsia científica los sorprendentes datos que iban surgiendo. Lo sucedido levantó tantas suspicacias entre los cuatro peritos independientes que uno de ellos, Antonio Iglesias, decidió repasar con sosiego todo el material llegado a la pericia y volcarlo en un nuevo macroinforme. Ese trabajo ve este martes la luz en 'Titadyn' (La Esfera de los Libros), que se abre con un extenso prólogo en el que el vicedirector de EL MUNDO, Casimiro García-Abadillo, reconstruye el increíble itinerario político-científico-penal de la investigación ligada a los explosivos. Éste es un extracto de esas páginas.
No hay nada más obstinado que un hombre de ciencia. Iglesias había revisado una por una todas las pruebas que se llevaron a cabo en el laboratorio de la Policía Científica durante los más de cien días que duró la pericia ordenada por el tribunal.
Cuando le pregunté sobre los motivos que le habían llevado a indagar de nuevo en aquel arduo trabajo me contestó sin dudarlo: «Me gusta hacer las cosas con lógica, precisión y sosiego. La cantidad de irregularidades que se produjeron durante la realización de la prueba, así como las dificultades que tuvimos para exponer nuestro criterio durante la vista oral, me llevaron a ponerme manos a la obra. Era una obligación moral conmigo mismo, con la profesión química y, sobre todo, con las víctimas».
DOS NUEVAS CLAVES
[...] Posteriormente entraremos en profundidad en cada uno de los aspectos de esta investigación, pero como adelanto de lo que contiene este estudio científico, al que llamaremos Informe Iglesias, y que ha sido visado por el Colegio Oficial de Químicos de Madrid, resaltaré dos de sus más esclarecedoras conclusiones. La primera, que es «altamente probable» que al menos en el foco número 3 de la estación de El Pozo estallara Titadyn. En ningún caso en ese foco estalló Goma 2 ECO. La segunda, que las muestras M-2 (resto de explosivo hallado en la furgoneta Renault Kangoo) y M-3 (la muestra patrón de dinamita Goma 2 ECO utilizada para cotejo con la anterior) «provienen del mismo cartucho».
La primera de estas conclusiones (el «altamente probable», para un científico, significa estar en el umbral de la certeza absoluta) es de por sí lo suficientemente trascendental como para replantearse de forma completa el relato oficial de los hechos. [...]
La segunda de las conclusiones antes apuntada arroja luz sobre una sospecha latente durante todo el proceso: la comisaría de los Tedax, al mando de Juan Jesús Sánchez Manzano, pudo manipular las pruebas para orientar la investigación hacia un único explosivo y, por tanto, hacia una autoría concreta. [...]

MANZANO METE LA PATA
El asunto de los explosivos no habría despertado ninguna polémica si no hubiera sido por la torpeza del propio Sánchez Manzano. Efectivamente, el comisario jefe de los Tedax, en su comparecencia ante la Comisión de Investigación del 11-M, que tuvo lugar el 7 de julio de 2004, respondió: «He dicho que los restos de los focos de las explosiones llegan a la unidad a las 12.30; se inicia su análisis y se obtienen los primeros resultados en torno a las 14.00 horas [del 11 de marzo]. En algunos casos (en concreto en ocho de los 10 focos), no en todos, cuando se hace el análisis de los restos del foco de la explosión logramos encontrar restos de nitroglicerina, y la nitroglicerina es el componente de todas las dinamitas». [...]
Sin embargo, dos años más tarde, en julio de 2006, fue precisamente un miembro de los Tedax quien me llamó la atención sobre un detalle al que nadie había prestado atención:
[...] -¿Qué fue lo que estalló en los trenes?- volvió a la carga.
  • Goma 2 ECO, el explosivo que les vendió Suárez Trashorras -contesté con la misma seguridad que si me hubiese preguntado que si tras la noche viene el día.
  • Ah, o sea, que Goma 2 ECO. Pues mira en los informes de la Policía que están incorporados al sumario a ver si te aparece la nitroglicerina como un compuesto de la Goma 2 ECO. Si es así te invito a lo que quieras.- Y colgó.
Con la excitación propia de quien está a punto de descubrir un dato que podía dar un vuelco a la investigación me puse a revisar toda la documentación [...] En ninguno de los informes remitidos al juez instructor en el sumario 20/2004 se mencionada la nitroglicerina como compuesto de la Goma 2 ECO.
[...] El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvo por aquellos días varias conversaciones con el director de EL MUNDO, Pedro J. Ramírez, en las que intentó excusar al jefe de los Tedax, al que definió como «un buen profesional al que no nombramos nosotros, sino el PP». «Fue una confusión -argumentó el ministro-. Mira, yo que soy químico te puedo decir que es fácil confundirse, sobre todo con un compuesto que forma parte de las dinamitas. No le deis más vueltas».
[...] Sánchez Manzano acudió a declarar ante Del Olmo. ¿Qué le dijo nuestro comisario jefe al juez? [...] Por un lado, Manzano dice que confundió dinamita con nitroglicerina y, por otro, afirma que al comparecer en la Comisión del 11-M no se refirió a dicho atentado, sino a «cualquier atentado». [...]
Mi fuente, un Tedax de gran experiencia, había logrado su objetivo. No sólo nos había puesto sobre una pista que hacía tambalearse lo que hasta esa fecha era una verdad incontestable (que los terroristas habían utilizado Goma 2 ECO), sino que nos orientó hacia las inauditas circunstancias en las que se había producido la investigación sobre un elemento fundamental: el arma del delito.
LA TUMBA DE ACEBES
El 11 de marzo, el entonces ministro del Interior, Ángel Acebes, convocó en la sede del Ministerio una reunión de toda la cúpula policial antiterrorista [...] Se debatió en profundidad sobre la posible autoría del atentado. Los máximos responsables de los cuerpos de seguridad tenían muchas dudas. [...]
Sin embargo, poco antes de que concluyera la reunión, sobre las dos de la tarde, Díaz Pintado recibió una llamada del comisario de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro Jaén, en la que éste le informó de que, según los Tedax, el tipo de explosivo utilizado por los terroristas era «Titadyn con cordón detonante». Decir Titadyn era como afirmar que la autoría era de ETA. [...]
Ese dato fue también el que llevó a Ángel Acebes a apuntar sin duda como responsable a ETA en una rueda de prensa que se celebró sobre las tres de la tarde del 11 de marzo.
[...] A las cinco de la tarde, antes de dar comienzo una nueva reunión de los mandos policiales en el despacho de Díaz de Mera, Santiago Cuadro le dijo a Díaz Pintado que el explosivo utilizado era una dinamita, no Titadyn. El subdirector operativo de la Policía montó en cólera, porque esa información era justo lo contrario de lo que le había dicho unas horas antes. [...] Lo más increíble de todo es que quien le había dado esa información a Cuadro Jaén no era otro que Sánchez Manzano, el mismo que le había transmitido, según Díaz Pintado, que el explosivo era «Titadyn con cordón detonante» justo tres horas antes.
EMBARGO INFORMATIVO
A las cinco de la tarde, Sánchez Manzano remitió al laboratorio de la Policía Científica tres muestras para analizar: la M-1 (el polvo de extintor); la M-2 (el resto de explosivo hallado en la Kangoo) y la M-3 (una supuesta muestra patrón de Goma 2 ECO). Según la propia versión de Manzano ante el juez instructor y ante el tribunal, con los primeros análisis, los que se hicieron en el laboratorio de los Tedax entre el mediodía y las dos de la tarde, no se había podido determinar el tipo de dinamita. [...]
Los técnicos de la Policía Científica no concluyeron sus análisis sobre las tres muestras hasta las siete de la tarde. De forma inaudita, el comisario jefe de la Policía Científica, Carlos Corrales, que tuvo los resultados en sus manos desde las siete de la tarde, no permitió que se remitieran al ministro hasta las diez de la noche. Es decir, durante tres horas Corrales supo que el explosivo de la Kangoo era Goma 2 ECO (con el añadido de la metenamina) y no permitió que la información siguiera los cauces reglamentarios.
A las ocho y cuarto de la tarde Acebes dio una nueva rueda de prensa en la que informó sobre el hallazgo de la Renault Kangoo y en la que volvió a insistir en que, según la Policía, el explosivo utilizado por los terroristas era el «habitualmente usado por ETA». ¿Informó Corrales a alguien del resultado de los análisis de los explosivos entre las siete y las diez? Desde luego, a Acebes parece que no.
El caso es que no fue hasta las diez de la noche, hora a la que Corrales autorizó que el resultado de los análisis de la Policía Científica se transmitiera al Ministerio del Interior, cuando se descartó definitivamente el Titadyn y se dio por hecho que el explosivo utilizado había sido Goma 2 ECO: La tesis de la autoría de ETA, mantenida por el Gobierno, comenzaba a desinflarse.
¿Chapuza u ocultación de pruebas?
El comisario Sánchez Manzano hizo los primeros análisis del 11-M y acabó destituido
Mi fuente en los Tedax nos había situado sobre una pista de mucho recorrido. De repente, los explosivos se convirtieron en el aspecto más interesante de la investigación periodística sobre el atentado. [...]
Sánchez Manzano había remitido dos informes sobre explosivos al juez Del Olmo. El primero, con fecha 12 de marzo, incluía los análisis de la Policía Científica correspondientes a la M-1, la M-2, la M-3 y la M-4. Como recordarán, en la madrugada del día 12 de marzo se había desactivado la mochila de Vallecas, cuyo contenido también examinaron los peritos de la Policía Científica (esa muestra es la M-4). Los componentes eran los de la Goma 2 ECO, pero sin metenamina, claro. Y así lo hicieron constar los peritos de la Policía Científica en su informe. Uno de los peritos que participó en dichos análisis me confesó posteriormente: «El explosivo de la Kangoo, de la muestra patrón y el de la mochila de Vallecas eran diferentes. Saltaba a la vista».
Para que todo cuadrase, en el informe que remitió al juez, Sánchez Manzano introdujo el componente metenamina también en el explosivo de la bolsa de Vallecas. De esa forma llevó al juez Del Olmo a cometer un error de bulto. Sin embargo, Sánchez Manzano no se molestó en sacarle de su error. Al fin y al cabo, debió de pensar, ¿quién se iba a poner a investigar cuáles eran los componentes de la Goma 2 ECO?
PILLADO
El malentendido no se corrigió hasta el mes de abril del año siguiente. Y fue por casualidad. [La juez Teresa Palacios] remitió al juez Del Olmo un escrito en el que, a petición de la Guardia Civil, le solicitaba que indicara «si en todas las muestras obtenidas [...] se ha localizado la sustancia conocida como metenamina». Esta pregunta, realizada por los expertos de la Guardia Civil, era un aldabonazo a la credibilidad del comisario jefe de los Tedax [...].
La contestación que dio Sánchez Manzano al juez [...] nos hizo comprobar, una vez más, la inagotable capacidad creativa del jefe de los Tedax. Sánchez Manzano atribuyó a «un error de transcripción» la mención de la metenamina como componente del explosivo recuperado en la comisaría de Puente de Vallecas. Respecto a la presencia de la misma sustancia entre los restos del papel parafinado de la Kangoo y en la muestra patrón de Goma 2 ECO, la justificación que dio fue la «contaminación».
NADA EN LOS FOCOS
Con ser escandalosa la manipulación de los informes y las justificaciones ideadas por el jefe de los Tedax, mi fuente insistía una y otra vez en otra cuestión: «la clave de la investigación está en el análisis de los focos de las explosiones», me advirtió [...].
Lo que descubrimos en ambos informes es que del análisis de los restos de 10 de los focos la perito químico de los Tedax sólo pudo determinar la existencia de «componentes de la dinamita», pero en los mismos no se mencionaba ninguno de ellos. [...] Insisto una vez más: el Titadyn y la Goma 2 ECO son dinamitas. ¿Cómo el jefe de los Tedax adivinó que se trataba de Goma 2 ECO? [...] Cuando lo hicimos público en EL MUNDO, nadie, ni químicos ni expertos en explosivos ni, por supuesto, nuestras fuentes en los Tedax, dieron crédito a esa afirmación imposible. No se puede afirmar que hay una sustancia sin conocer los componentes de la misma. Es así de sencillo. La lógica, a veces, es más útil que la verborrea pseudocientífica [...].
Mi amigo el Tedax, que utilizaba como correo un nombre que tiene que ver mucho con la investigación, pero que por razones obvias no puedo desvelar, dio un paso más y me sugirió por correo electrónico: «¿No os habéis preguntado por qué los análisis de los focos se hicieron en el laboratorio de los Tedax y no en el de la Policía Científica?». A veces me ponía furioso, porque yo estaba seguro de que él ya sabía las respuestas a sus preguntas. Sí, realmente era extraño.
[...] Les añadiré que el único laboratorio homologado oficialmente para realizar los análisis de los explosivos es el de la Policía Científica, no el de los Tedax.
[...] ¿Por qué Sánchez Manzano se guardó los restos de explosivo hallados en los focos de los trenes?
Durante su declaración ante el tribunal, que se produjo el 14 de marzo de 2007, [...] volvió a sorprender a la concurrencia con una nueva teoría: el laboratorio de los Tedax examinaba en exclusiva los «restos no pesables», mientras que el laboratorio de la Policía Científica se encargaba de analizar los «restos pesables». [...] Cuando compareció ante el tribunal el perito de la Policía Científica Manuel Escribano (que analizó las muestras el día 11 de marzo) y le preguntaron si se habían realizado análisis de restos de explosiones en su laboratorio, respondió que el 83% de los que él personalmente había llevado a cabo en más de 30 años de servicio se correspondían precisamente con lo que Sánchez Manzano llamaba restos no pesables. [...]
AHORA SÍ
Sin embargo, quedaba aún una duda ¿Se hizo algún informe por escrito? ¿Realmente no se pudo determinar ningún componente? La perito [...] dio otra gran sorpresa durante su declaración. [...] Ese día alguna luz le alumbró la mente porque, para asombro de todo el mundo, contestó: «Nitroglicol y nitrato amónico». Increíble. Tres años después del atentado, la perito de los Tedax confesaba que ella en sus análisis detectó esas sustancias que, como ustedes ya se imaginan, son tan componentes de la Goma 2 ECO como del Titadyn. [...]
LA CAÍDA
No sabemos cómo se debió de sentir Sánchez Manzano, después de haber asegurado por activa y por pasiva que era imposible saber qué componentes había en el explosivo [...]. Las informaciones que publicó EL MUNDO a partir de julio de 2006 y la consiguiente presión de todos los sindicatos policiales sin excepción, llevaron al comisario jefe de Información, Miguel Valverde, a destituirle de su cargo en diciembre de ese mismo año. Es decir, un par de meses antes de que comenzara la vista oral. Interior no se quería pillar los dedos con un tipo tan imaginativo como Sánchez Manzano.
Garzón señala a ETA y 'despista' a Del Olmo
Según una fuente de toda solvencia, el mismísimo juez Garzón estaba seguro de esa misma tesis [de que había sido ETA] hasta bien entrada la tarde del día 11. Por la mañana, según declaró ante la comisión de investigación parlamentaria, cuando se encontraba en la estación de Atocha, un oficial de los Tedax le dijo que el explosivo utilizado había sido Titadyn. A las 16.45 horas de ese mismo día, Garzón llamó por teléfono a Juan del Olmo, que ya se había hecho cargo de la investigación. Del Olmo se encontraba en esos momentos en uno de los pabellones de Ifema que fue utilizado para depositar los cadáveres. Garzón le aseguró al juez instructor que la autora de la matanza era ETA. Conociendo los contactos de Garzón con la Policía, esa afirmación era casi como una garantía de veracidad.
El mismo explosivo
Las páginas de 'Titadyn' recogen los análisis más relevantes de la pericial. La imagen de la izquierda ofrece el cromatograma de la muestra patrón de Titadyn, incautada a ETA dos semanas antes del 11-M. La de la derecha responde al mismo análisis de la muestra más importante de los focos, un polvo de extintor encontrado en El Pozo designado como M-1. De acuerdo con la opinión de los peritos independientes, la enorme similitud entre los elementos detectados -nitroglicol (EGDN), nitroglicerina (NG), dinotrotolueno (DNT) y ftalatos- apunta que estalló Titadyn, y no Goma 2 ECO, que carece de dos de esos elementos (nitroglicerina y DNT).

19 mayo 2009

Los 'convidados de piedra' de los análisis del 11-M

 
 
 
 






Lunes, 18 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.091.

OPINION

EDITORIAL


Los 'convidados de piedra' de los análisis del 11-M

LA ENTREVISTA que hoy publicamos con Antonio Iglesias, uno de los ocho expertos que participaron en la prueba pericial sobre explosivos ordenada por el tribunal del 11-M, es demoledora para la sentencia de la Audiencia Nacional refrendada por el Supremo. Los datos que este químico pone sobre la mesa indican que fue dictada sobre bases falsas y condicionada por una más que probable manipulación de la investigación.

Iglesias es contundente al afirmar que en las muestras recogidas en la estación de El Pozo «aparece el retrato robot del Titadyn». La sentencia da por hecho, en cambio, que estalló Goma 2 ECO basándose en el dibutilftalato presente en los análisis. Sin embargo, en contra de lo que afirma el texto de Gómez Bemúdez, este elemento no sirve como «diferenciador». De hecho, estaba en el Titadyn incautado a ETA en Cañaveras días antes de la masacre. Durante la pericial del 11-M se detectó su presencia, pero se camufló entonces bajo el nombre genérico de «ftalatos», por lo que al tribunal le pasó desapercibido un dato que podría haber cambiado la sentencia, al menos en lo que se refiere al papel de Trashorras y la trama asturiana. ¿Casualidad o manipulación? Es ahora cuando Iglesias ha comprobado que la referencia a los ftalatos escondía el dibutilftalato.

En contra de la tesis de que lo que estalló en los trenes fue Goma 2 ECO está el hecho incontrovertible de que en la estación de El Pozo apareció DNT, que no forma parte de ese explosivo. Iglesias lo presenta como un inesperado «convidado de piedra». Es muy revelador, a ese respecto, el episodio en el que narra la reacción airada del jefe de la pericia del 11-M, Alfonso Vega, contra los Tedax, cuando constata la presencia de DNT en los análisis. Su enfado se debió, probablemente, a que en ese instante cayó en la cuenta de que la Policía Científica había sido engañada por una unidad (los Tedax) a la que no correspondía el análisis de los explosivos.

Curiosamente, días después, en las instalaciones donde se custodiaban las pruebas, se produjo el apagón que desconectó las cámaras que garantizaban que nadie pudiera manipularlas. Y fue a partir de ese momento cuando comenzaron a aparecer trazas de DNT en las muestras de Goma 2 ECO que alimentaron la teoría de la contaminación, pese a que ninguno de los análisis anteriores las habían detectado. De nuevo, ¿casualidad o manipulación?

La reacción de desconcierto de Vega ante la aparición del DNT es parecida a la que manifestó cuando se conoció la presencia de otro «convidado de piedra» -la nitroglicerina- en los restos de polvo de extintor. Y es que la nitroglicerina tampoco forma parte de la Goma 2 ECO.

Los análisis de Iglesias llegan a otra elocuente conclusión. Merced a un estudio de granulometría, advierte que es «estadísticamente imposible» que la muestra patrón de dinamita que el jefe de los Tedax ofreció a la Policía Científica proviniera de un cartucho distinto a aquel al que pertenecían los restos de explosivo que los agentes decían haber encontrado en la furgoneta Kangoo supuestamente utilizada por los islamistas. Eso apunta a la fabricación de una prueba falsa. Pero además, en todos los análisis de las dos muestras aparece lo que Iglesias presenta como un tercer «incómodo convidado de piedra»: metenamina, un compuesto que tampoco forma parte de la Goma 2 ECO y que, por lo tanto, no debía estar en ninguna de ambas.

Iglesias, que en sus explicaciones demuestra que el rigor científico no está reñido con la exposición didáctica, nos presenta así un documento esencial, de primera magnitud, que confirma las sospechas de manipulación no sólo durante la instrucción del 11-M, sino también durante la pericia ordenada por el tribunal. Esos «convidados de piedra», como en el Tenorio, parecen querer volver del pasado para recordar a los vivos que la justicia sigue siendo una asignatura pendiente. Su informe será publicado próximamente por La Esfera de los Libros para que cualquier ciudadano pueda consultarlo.


Lunes, 18 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.091.

ESPAÑA

11-M / La investigación / ANTONIO IGLESIAS /Químico, perito en el juicio del 11-M

«Apareció el retrato robot del Titadyn»

El experto químico ha revisado todos los análisis que se hicieron a los explosivos del 11-M y ha encontrado nuevos datos que rebaten la tesis mantenida por la sentencia y apuntan a que no fue Goma 2 ECO sino otro el explosivo empleado en la masacre

MANUEL MARRACO
Madrid

Antonio Iglesias dejó de trabajar «contrarreloj» hace ahora dos años, cuando, en San Isidro de 2007, concluyó la pericial sobre explosivos ordenada por el tribunal del 11-M. A partir de ese momento, ya con calma, comenzó otro encargo que sólo él se había hecho, impulsado por la «insatisfacción comprimida» que le habían dejado las prisas con las que los ocho expertos reunidos por la Audiencia Nacional habían tenido que trabajar.

Iglesias empezó a revisar todos los análisis y a replantearse los puntos en los que los cuatro peritos independientes no habían llegado a un acuerdo con los dos de la Policía y los dos de la Guardia Civil. Esas diferencias eran lo que Iglesias describe como «discrepancias sin red», porque con ellas no se buscaban cosas rutinarias de la química, como la calidad de un agua, sino la causa de muerte de 192 personas. El resultado ha sido un macroinforme visado en el Colegio de Químicos de Madrid que cuestiona la conclusión principal de la sentencia y que en breve verá la luz en La Esfera de los Libros.

Pregunta.- La vía para determinarlo ha resultado muy enrevesada, pero la pregunta a la que respondía era simple: ¿qué estalló en los trenes?

Respuesta.- En el foco que mejor se pudo analizar, en la estación de El Pozo, es altamente probable que Titadyn. Aparecen todos los componentes, aparece el retrato robot del Titadyn, que para eso se hacen las analíticas.

P.- Lo cierto es que los magistrados dejan abierta una puerta a que se empleara otro explosivo, pero centran el relato y las condenas en la Goma 2 ECO robada en Asturias. Su informe vierte muchas críticas a la parte de la resolución que afecta a los explosivos.

R.- La sentencia, con todos los respetos, tiene muchas lagunas, aunque entiendo la dificultad de los jueces para moverse por el campo de la química analítica. Dice con una rotundidad demoledora que, en todos los focos, como se había detectado dibutilftalato, ajeno al Titadyn, estalló Goma 2 ECO. En cambio, ignora la presencia también en todos los focos de dinitrotolueno (DNT), que no forma parte de ese explosivo. Eso hay que decirlo ahí, señor juez. Tampoco dice nada de que los Tedax lavaran las muestras y no guardaran el material, pese a que cualquier estudiante de laboratorio sabe que hay que hacerlo.

P.- Al margen de lo que se pueda reprochar a la sentencia, usted aporta datos nuevos y relevantes que el tribunal no pudo tener en cuenta al redactarla. Por ejemplo, que en el Titadyn incautado a ETA en Cañaveras sí había dibutilftalato, pese a que su teórica ausencia llevó al tribunal a inclinarse por la Goma 2 ECO, que sí lo tenía.

R.- El análisis que habíamos hecho a ese Titadyn lo había visto 20 veces y no me había fijado, pero un día me fijo y pienso: 'Esto que han marcado aquí de modo tan genérico como ftalatos corresponde a lo que en la base de datos toda la vida hemos estado llamando dibutilftalato'. Era un hallazgo trascendente. El hecho de que no nos diéramos cuenta obedece a que el perito guardia civil que hizo el análisis se contentó con poner el genérico «ftalatos».


El jefe de la pericia, el policía Alfonso Vega, ya había reconocido que el dibutilftalato no es diferenciador con margen de confianza suficiente para atribuirlo a la Goma 2 ECO porque está presente en muchos plásticos y elementos de los trenes. Un día, discutiendo, Alfonso me dice: 'Mira, yo nunca diré que un compuesto es Goma 2 ECO sólo por el dibutilftalato'. Eso está registrado en las cámaras de vídeo y audio que Gómez Bermúdez había ordenado poner para la transparencia de la pericia. El remate viene cuando no sólo no es específico, sino que en la muestra de Titadyn aparece dibutilftalato.

P.- Entre la multitud de análisis de la pericia hay otros cuya revisión le lleva a afirmar que el resto de explosivo encontrado en la furgoneta de los terroristas y la muestra patrón de Goma 2 ECO entregada por el jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, provenían del mismo cartucho.

R.- Es una de esas cosas a las que no le das importancia hasta que dejas de jugar contrarreloj y dices: 'Voy a repasar todas las gráficas que hay'. Me di cuenta viendo fotos de la pericial. La dinamita contiene almidón y ese almidón tiene una granulación que se puede teñir. Vi la enorme similitud entre la muestra que dicen que apareció debajo del asiento del acompañante de la Kangoo y la llamada muestra patrón. Pensé que estadísticamente es imposible o extremadamente improbable que dos cartuchos diferentes tengan la misma granulometría. Esta técnica analítica es habitual en la Policía Científica precisamente para discriminar tipos de explosivo en base a su granulometría.

P.- ¿De ahí se debe deducir que tenían la misma procedencia?

R.- Es un indicio importante, pero es que hay otro: que de todos los análisis que se han hecho de las dos muestras ha salido un incómodo convidado de piedra, que es la metenamina, un compuesto que no forma parte de la Goma 2 ECO. Así que estamos ante dos muestras que tienen la misma granulometría y un mismo compuesto que no debería estar en ninguna de las dos. Esa conjunción de indicios autoriza a pensar en la procedencia común de las dos muestras.

P.- En su informe afirma que hallazgos como éstos apuntaban la falsedad de la prueba de la Kangoo y cuestionaban la validez del sumario.

R.- Es una coincidencia cuanto menos asombrosa, pero no soy quién para testimoniar que haya habido una irregularidad. Eso lo sabrá el que llevó las muestras a la Policía Científica, pero hay materia suficiente para pensar que las dos muestras forman parte del mismo cartucho o han estado juntas en el mismo lugar y al mismo tiempo.

P.- Estos dos hallazgos los ha hecho usted en la tranquilidad de su despacho. Hubo otros, en cambio, que se produjeron durante la pericial conjunta con los expertos oficiales y provocaron un gran sobresalto. El primero fue otro convidado de piedra, el dinitrotolueno (DNT), que era componente del Titadyn y no de la Goma 2 ECO en la que insistía la Fiscalía.

R.- La primera sorpresa aparece cuando analizábamos una muestra de los focos de explosión. Estábamos Andrés de la Rosa, de la Policía Científica, y yo. Nos quedamos un poco sorprendidos. Probamos varias veces y aquello decía DNT. Llamamos al director de la pericia y se lo dijimos. 'Ah, venga ya, estáis locos, ¡cómo va a haber DNT!', nos dijo. ¿Por qué decía esto, por qué su extrañeza? Porque había un dogma: que en los trenes había estallado Goma 2 ECO y vale ya, como alguien dijo. Y claro, la Goma 2 ECO no tiene DNT. A Alfonso le dio mucho yuyu admitirlo, y cuando no tuvo más narices que hacerlo, dice: 'Ahora sí que me voy a cagar en la madre que parió a los Tedax'. Lo recuerdo perfectamente, lo dijo el día que apareció el DNT y lo dijo delante de las cámaras.

P.- Al margen del desahogo con los Tedax, ¿cuál fue su reacción científica?

R.- Eso creó un revuelo enorme en el laboratorio. Alfonso Vega se lo contó a su superior, Miguel Ángel Santano. A la mañana siguiente nos reúne y nos dice: 'No creo que haya sido DNT de los focos de explosión, seguramente es de impurezas de la fábrica de la Goma 2 ECO'. Pero la fábrica dijo que había dejado de usar DNT en 1999, y las muestras que nos enviaron dieron negativo de esa sustancia.

Unos días después, el secretario judicial nos dice que tomemos nota de que, en la noche anterior, había habido un apagón en las instalaciones y la cámara había dejado de grabar. Uno es bueno y piensa que son cosas que pasan. Lo malo es cuando empiezas a atar cabos de cosas extrañas. Ya es raro que no hubiera un sistema para reiniciar el suministro eléctrico en la sede central de la Policía, pero es que empiezan a aparecer trazas de DNT en muestras de Goma 2 ECO. Y lo encontramos ahora, qué casualidad, después de no descubrirse en 2004, después de aparecer en los focos y después de un apagón...

P.- Hubo una segunda aparición. En la muestra mejor conservada, un resto de polvo de extintor, detectaron nitroglicerina, que de nuevo forma parte del Titadyn y no de la Goma 2 ECO. ¿Qué sucedió en este caso?

R.- Pues horror, horror. Gran desconcierto, sobre todo entre los peritos oficiales. El primer reflejo de Alfonso Vega es: 'Os habéis equivocado, no es posible, vamos a hacer pruebas'. Se repite en dos aparatos y vuelve a salir... Alfonso era reacio a admitir que era nitroglicerina, los peritos de la Guardia Civil lo aceptaban. Al final, Alfonso tuvo que admitirlo.

P.- Aunque no lo había pedido expresamente, el tribunal recibió noticia inmediata de ese hallazgo.

R.- Se lo comunicamos los peritos independientes. Así nos quedamos tranquilos, porque el juez ya no se podía escapar de eso. Vistas las sorpresas, los apagones, quién nos decía a nosotros que en Semana Santa, sin grabar las cámaras... te podías esperar cualquier cosa. Cundía ya un clima de suspicacia que lo creó Alfonso Vega, él sabrá bajo órdenes de quién.

P.- Después de varios meses metido en una pericial tan densa y con tantos sobresaltos, ¿qué le llevó a seguir adelante?

R.- Una insatisfacción comprimida. Ya sabemos que los explosivos son tanto más eficaces cuanto más comprimidos están, y yo estaba muy comprimido con esto. Empecé a escribir a los pocos días. Sometí todo a autocrítica, repasé las características de los explosivos y los experimentos que hicimos. A finales de 2008, lo sometí al visado del Colegio de Químicos, que supone el reconocimiento y apoyo institucional a la profesionalidad del autor. Además, lo sometí al juicio de los otros tres expertos independientes que habían participado en la pericia del tribunal. Recuerdo que hubo asombro y mostraron su acuerdo y disposición a respaldar el escrito. Lo que cuenta es la novedad, el análisis del Titadyn en el que aparece el dibutilftalato y las microfotografías con los gránulos de almidón. Eso está al alcance de todo químico que haya abierto el dictamen y lo haya visto.

P.- ¿Queda algo relevante por investigar?

R.- Esto ya tiene un tratamiento jurídico...

P.- Desde el punto de vista científico.

R.- Vamos a ser prácticos. Reanalizar las muestras está sometido a la incertidumbre de una cadena de custodia que ha dejado bastante que desear cuando los Tedax lavan las muestras, cuando misteriosamente se apaga la luz, cuando aparecen sin saber cómo trazas de DNT y nitroglicerina en muestras que ya se habían analizado... Yo ya no sé qué puede aparecer en lo que quedó allí. Analíticamente tampoco creo que tenga gran valor, porque, después de cinco años, el estado de las muestras se habrá deteriorado y cada vez tendrán más limitaciones en cuanto a la calidad.

P.- ¿Y usted sigue revisando algún punto?

R.- Sí, pero mejor no adelantar acontecimientos.

TENSIONES ENTRE LOS PERITOS

«La Guardia Civil no tragaba con la contaminación ambiental»

Pregunta.- La fase final de la pericial evidenció que ni siquiera había acuerdo entre los expertos de la Guardia Civil y los de la Policía.

Respuesta.- A pocos días de que venciera el plazo de entrega del informe al tribunal, tuvimos una reunión con muchas discrepancias. No habíamos llegado a un acuerdo. Para facilitar la redacción del informe, el guardia civil Carlos Atoche nos dice a Gabriel Moris [perito por parte de la AVT] y a mí: '¿Qué os parece si consensuamos un dictamen?'. A mí, consensuar me suena un poco chungo. En la ciencia no se consensúa, se marcan evidencias. '¿Qué quieres decir con consensuar?', pregunté. 'Hombre, nosotros sí estamos de acuerdo en que el DNT es de un explosivo [lo que exigía otro explosivo además de la Goma 2 ECO] y no estamos de acuerdo con lo que habla Alfonso [Vega] de la contaminación'. Yo le dije que no podíamos llegar a un acuerdo porque no creía en su explicación sobre la metenamina.

Ese mismo día, cuando regresamos al Laboratorio de la Policía Científica, oímos un ambiente alterado en la sala de al lado, la de Miguel Ángel Santano. Se oían voces, digamos, de discrepancia. Luego llegan Atoche y Vega discutiendo entre ellos. Ya se había marcado entre los peritos oficiales dos escuelas, los propugnadores de la contaminación ambiental y los de la Guardia Civil, que no tragaban con eso.

P.- La mayor coincidencia inicial de la Guardia Civil con los expertos independientes no duró hasta el juicio.

R.- Al final, en el juicio, nos extrañó mucho el cambio radical de actitud de la Guardia Civil. Vi que no había posibilidad de diálogo con quienes, aparte de su competencia profesional, tienen una serie de obligaciones de la cadena de mando que al final han pesado de modo decisivo en sus argumentaciones. Aquello había acabado como el rosario de la aurora.

P.- La razón principal era que, al igual que no admitía la teoría de la contaminación con la que la Policía quiso explicar la aparición de lo que no formaba parte de la Goma 2 ECO, tampoco aceptaba cómo la Guardia Civil explicaba que apareciese la metenamina donde no debía haberla.

R.- Mantenían que se generaba en el cromatógrafo de gases en determinadas circunstancias. En realidad, si aceptáramos la teoría a efectos dialécticos, el que se generara en la muestra de la Kangoo y la muestra patrón, y no en algunas otras muestras, es otro indicio de que tienen un origen común. Con más humor, Gabriel Moris le dijo irónicamente a Atoche: '¡Carlos, te felicito, porque has descubierto un método de fabricación de metenamina!'.


Martes, 19 de mayo de 2009. Año XXI. Número:7.092. EDICIÓN: MADRID

ESPAÑA

CARLOS ROMERO BATALLÁN Químico, perito en el 11-M 

«El policía jefe de la pericia nos quiso tomar el pelo»

Este experto químico respalda las conclusiones de su compañero de pericia en el 11-M Antonio Iglesias. Apunta a que estalló Titadyn y denuncia el sospechoso empeño de los peritos oficiales en apuntalar la versión del fiscal

MANUEL MARRACO
Madrid


«Suscribo totalmente lo que dice Antonio Iglesias y ya se lo he comunicado al Colegio de Químicos». Carlos Romero Batallán estuvo en la pericial de explosivos del 11-M, y hoy, como entonces, coincide con su colega Iglesias al señalar al Titadyn como principal sospechoso. Antes de presentar el macroinforme con la revisión de todos los análisis, Iglesias expuso su trabajo a los otros tres peritos independientes que durante tres meses y medio se encerraron en un laboratorio con dos miembros de la Policía Científica y dos guardias civiles para corroborar o refutar la versión oficial.


Pregunta.- ¿Cuál es su impresión sobre el informe de su compañero de pericia?

Respuesta.- Nos informó de lo que ha hecho y de las conclusiones a las que ha llegado y lo suscribo en su totalidad. Hablé con el decano del Colegio de Químicos apoyando a mi compañero. El informe esta ahí, se puede analizar y cualquiera lo puede leer y extraer sus conclusiones.

P.- Pese a lo que los cuatro peritos independientes indicaron en el informe final, el tribunal se inclinó por la versión oficial de que había estallado Goma 2 ECO y no Titadyn.

R.- Nosotros no pudimos llegar a la conclusión tajante de que fue Titadyn porque no teníamos material suficiente. Nos sorprendió llegar a una pericia de tres pares de bigotes con unas muestras que eran de risa. Sólo disponíamos de una muestra de los focos buena, no lavada por los Tedax. Si hubiera encontrado otras dos muestras similares, si las aguas de lavado de las muestras no hubieran desaparecido y si los trenes no se hubieran fundido, hubiéramos encontrado más cosas. Pero sólo había esa muestra sin lavar. El lavado es una técnica normal, pero hay que guardar el agua porque es la prueba del delito. Si la tiras, los que vengan detrás no encuentran nada, que es lo que nos paso a nosotros.

P.- Las aparición de elementos ajenos a la Goma 2 ECO y presentes en el Titadyn provocó tensiones entre los peritos oficiales y ustedes, principalmente con el jefe de la pericia, Alfonso Vega, de la Policía Científica.

R.- Yo le dije a Alfonso que le reprobaba químicamente. Nos tomó el pelo. Hay cosas que son evidentes, nos quisieron tomar el pelo descaradamente. Está todo grabado. Hay que comprobar ahora que todo eso no lo hayan camuflado. En las grabaciones se ven todas las discusiones técnicas de la pericia, cómo nos han querido tomar el pelo y no nos hemos dejado, cómo irrumpe en la pericia gente que no tenía nada que ver con ella. Se ve todo lo que hemos padecido durante tres largos meses.

P.- Durante el juicio, usted insistió en la similitud entre el análisis de lo encontrado en esa muestra no lavada y el análisis del Titadyn intacto.

R.- Recuerdo que en la pericial ante el tribunal aporté el cromatograma de la muestra, que era clavado al Titadyn. [El magistrado] Gómez Bermúdez me dijo que me callara seis o siete veces, pero yo quise dejarlo claro. El cromatograma es clavado, es clavado. Todo, todos los picos que tenía el Titadyn aparecieron, todos. En un principio desechamos esa muestra de polvo de extintor porque, lógicamente, estaba dentro del extintor cuando se produce la explosión, y es posteriormente cuando un artificiero o quien sea lo aplica al foco. Pero llamé al director técnico de un fabricante de extintores, que también es químico, y me dijo que ese producto tiene una gran capacidad de absorción y adsorción. Me dijo: 'Esto es como un secante, es un calco de lo que hay ahí'.

P.- Su compañero Iglesias ha dicho que sintió necesidad inmediata de revisar el material por los obstáculos y prisas con las que tuvieron que trabajar.

R.- Yo también me quedé con ganas de revisar muchas cosas. Se me quedó muy mal cuerpo y todos los días me acuerdo de las víctimas.


Lunes, 18 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.091.

ESPAÑA

Juicio a los dos policías presos por hablar con EL MUNDO

JOAQUÍN MANSO
Madrid

«Y, entre tanto, dos policías honrados llevan ya 24 días en prisión por el único delito de hablar con un periodista de EL MUNDO». Este entrecomillado figuró en todos los editoriales de este periódico durante varias semanas de diciembre de 2006. El 24º, que coincidió con la Nochebuena, fue el último que los agentes Antonio Parrilla y Celestino Rivera pasaron en la cárcel acusados por el juez Juan del Olmo de contarle una noticia a un redactor de este diario. Un anónimo aportó esa noche los 70.000 euros que faltaban para completar la elevadísima fianza de 300.000 euros que les impuso el magistrado, y permitió que los dos policías pasasen las navidades con sus familias.

Hoy comienza en la Audiencia de Madrid el juicio contra los dos protagonistas de aquel episodio. Lo único seguro es que en ningún caso regresarán a la cárcel: con las mismas pruebas con las que Del Olmo los mantuvo en prisión durante 24 días, la fiscal que se hizo cargo del caso cuando pasó a los juzgados ordinarios pide sólo una multa de 4.200 euros. Los dos niegan haber facilitado información al periodista Fernando Lázaro, que podrá ofrecer durante la vista su versión, lo que no había ocurrido durante toda la instrucción de la causa.

Del Olmo se encontraba de guardia en la Audiencia Nacional el 15 de agosto de 2006, cuando a un confidente policial se le intervinieron en Leganés cinco cartuchos de dinamita. El juez inició una investigación ante la sospecha de que el tráfico de explosivos pudiese tener una finalidad terrorista, único supuesto en el que sería competente.

Fianza desorbitada

Las pesquisas descubrieron una trama policial que traficaba con drogas y explosivos. En diciembre, el juez hizo coincidir la detención del grupo corrupto con la de otros dos policías (Rivera y Parrilla) a los que acusaba de filtrar la noticia, como si entre unos y otros existiese alguna conexión.

Del Olmo continuó prolongando esa apariencia cuando, en un mismo auto, ordenó la prisión para los dos agentes imputados sólo por revelación de secretos y a tres integrantes de la trama mafiosa. Y más aún, cuando fijó para Rivera y Parrilla una fianza desorbitada de 150.000 euros para cada uno.

Dos semanas después, Del Olmo asumió que no era competente y remitió la causa a un juzgado ordinario. El juez que se hizo cargo permitió que se devolviesen las fianzas, que se reunieron gracias a una cuestación organizada por la Confederación Española de Policía.


 

Martes, 19 de mayo de 2009. Año XXI. Número:7.092. EDICIÓN: MADRID

OPINION

IMPRESIONES / La imposición de la verdad oficial del 11-M

...Y dos policías pudieron ir a la cárcel «por discrepar»


AYER comenzó el juicio contra Antonio Parrilla y Celestino Rivera, los policías a los que el juez Del Olmo encarceló 24 días bajo la única acusación de informar sobre una trama de corrupción policial al periodista de EL MUNDO Fernando Lázaro. El hecho de que la fiscal pida ahora sólo 4.200 euros de multa demuestra de forma flagrante que Del Olmo actuó de forma arbitraria y mezquina. Con todo, lo más significativo es que ayer el juez, Miguel Hidalgo, preguntase motu proprio a Parrilla si creía que sus jefes podrían haberle implicado en este asunto de las supuestas revelaciones «por discrepar de la versión oficial del 11-M». Ni la fiscal, ni la defensa, ni los acusados habían hecho hasta el momento mención alguna a la participación de Parrilla en la investigación del 11-M. Pero la Policía sabía de sus discrepancias respecto a la versión oficial. ¿Pudo ser su encarcelamiento una estrategia de amedrentamiento de cara al juicio por los atentados


Martes, 19 de mayo de 2009. Año XXI. Número:7.092. EDICIÓN: MADRID

ESPAÑA

«¿Cree que pudo ser por discrepar sobre el 11-M?»

El juez, a uno de los policías encarcelados por Del Olmo por hablar con EL MUNDO

JOAQUÍN MANSO
Madrid

La Audiencia Provincial de Madrid celebró ayer la primera sesión del juicio contra los dos policías a los que el juez Juan del Olmo encarceló durante 24 días bajo la única acusación de informar sobre una investigación al periodista de EL MUNDO Fernando Lázaro. La fiscal pide ahora, con las mismas pruebas, 4.200 euros de multa. Cuando el agente Antonio Parrilla se defendió afirmando que sus compañeros de asuntos internos «han mentido» para implicarle en este asunto, el presidente del tribunal, Miguel Hidalgo, le respondió introduciendo un elemento novedoso: «¿Cree usted que pudo ser por discrepar de la versión oficial del 11-M?».

Ni la fiscal, ni las defensas, ni siquiera ninguno de los dos acusados habían hecho hasta ese momento ni una sola mención a la participación de Parrilla en algunos de los momentos más importantes de la investigación del 11-M.

El agente había asegurado que conoció al periodista de este diario «después de estar en la cárcel» y que la brigada de asuntos internos manipuló un informe para situarle en una reunión con él en una cafetería. «A mí me quieren meter en este asunto...», reflexionó. El juez le interrumpió: «¿Qué motivo cree que pueden tener para querer implicarle?».

-«No sé, eso pregúnteselo a ellos», respondió el agente.

-«Vamos a ver... Usted ha participado en la investigación del 11-M. Perteneció a la UCIE. Estuvo en la detención de Trashorras, en la operación de Lavapiés...», introdujo el magistrado Hidalgo.

-«Sí, sí... yo era el controlador del confidente Cartagena...».

La conversación continuó hasta que el juez preguntó directamente al acusado si sus temores tenían que ver con sus discrepancias sobre la investigación del 11-M. El agente Parrilla no contestó, sólo añadió que acabó rompiendo con la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía después de la operación Nova. «Mire usted, eso es un montaje», afirmó. El magistrado Hidalgo insistió en si había sido uno de los testigos de la «línea conspirativa» en el juicio del 11-M... y el diálogo se fue diluyendo.

El juez Miguel Hidalgo, ex policía y presidente de la Sección 16ª de la Audiencia de Madrid, participó de manera muy activa durante toda la sesión e intervino en todos los interrogatorios. Demostró un conocimiento muy preciso de todos los detalles de la instrucción, y sus preguntas no sólo exteriorizaron su interés en el objeto principal de la causa -la presunta revelación de secretos a EL MUNDO-, sino asimismo en otros adyacentes, como que una mujer rusa permaneciese un mes en la cárcel por tráfico de drogas pese a que las escuchas telefónicas ya habían probado que había sido víctima de un montaje organizado por policías corruptos que también trapicheaban con Goma 2. Precisamente, los agentes están acusados de haber filtrado a este periódico datos sobre esta trama mafiosa.

La sesión había comenzado con la reproducción de los CD en los que pueden escucharse las conversaciones del periodista Fernando Lázaro con el acusado Celestino Rivera. Después, este policía fue interrogado para dar su versión de los hechos: esencialmente, consiste en que fue el redactor de este diario quien le proporcionó a él un borrador que contenía información detallada sobre una trama mafiosa en el seno de la Policía, y no al revés. El agente, según su propio relato, habría dado traslado de estos datos a la Brigada Provincial de Información para que los aprovechasen.

Los policías de ese grupo, que fueron los siguientes en testificar, confirmaron que así fue y que, si bien Rivera mostró cierto interés en conocer cómo avanzaban las pesquisas, ellos no le aportaron ninguna referencia. Por último, compareció un agente de asuntos internos, que no aclaró cómo pudo identificar como Parrilla a una persona que se reunió con Fernando Lázaro en una cafetería de Madrid.

(11-M)





 

12 mayo 2009

Nota de prensa: Sobre el informe elaborado por el Perito Químico D. Antonio Iglesias









ASOCIACIÓN PEONES NEGROS BARCELONA, a raíz de las informaciones que, desde ayer, vienen apareciendo en un medio de prensa respecto al informe elaborado por el Perito Químico D. Antonio Iglesias y que hacen referencia la naturaleza del explosivo utilizado en los atentados del 11 de Marzo de 2004 en Madrid.

NOTA DE PRENSA:
Barcelona, 12 de abril de 2009
Desde septiembre de 2006 los Peones Negros de Barcelona mantienen concentraciones, cada 11 de mes en la Plaza San Jaime de su ciudad. El objeto de las concentraciones, ha sido, es y será, la reivindicación de la verdad sobre la autoría intelectual y material del atentado, así como el homenaje a sus víctimas.
Y ES POR LO QUE:
Se congratula por el hecho que, una persona de la talla profesional de D. Antonio Iglesias, haya confeccionado un informe científico tendente a buscar verdades que, después de mas de cinco años del atentado, se han mantenido ocultas, tergiversadas o falseadas; informe científico que deja a las claras el hecho de que el 11-M sigue abierto y hay que seguir investigando.

Se congratula, asimismo, por la valentía, honradez y lealtad con la sociedad española de la que hace gala D. Antonio Iglesias que debería hacerle merecedor de la solidaridad unánime de todos los partidos democráticos del arco parlamentario nacional y de todos aquellos colectivos comprometidos con la lucha contra el terrorismo y con la defensa de las libertades.

Se adhiere a cualquier tipo de iniciativa en apoyo a D. Antonio Iglesias y en apoyo a la continuidad de la investigación, desde el punto y hora en que, una vez mas, queda patente que los culpables y los inductores siguen libres; los cómplices de enturbiar el sumario del 11-M, manipular y falsear las pruebas siguen libres; los cooperadores y fieles servidores de la versión oficial han sido recompensados por su dedicación y fidelidad; circunstancias suficientes como para legitimar que, ANTE LO EXPUESTO,

LA ASOCIACION PEONES NEGROS BARCELONA EXIJA, COMO HA EXIGIDO DESDE SU NACIMIENTO, VERDAD, JUSTICIA Y LIBERTAD.

Reciban un cordial saludo,
Asociación Peones Negros de Barcelona
Verdad, Justicia y Libertad








AVT: «El 11-M está abierto, hay que seguir investigando»

 






Lunes, 11 de mayo de 2009. Año XXI. Número:7.084.
OPINION
 
EDITORIAL
11-M: cuando la ciencia refuta la sentencia
 
SOMOS CONSCIENTES de que la divulgación de las conclusiones del informe científico realizado por el perito Antonio Iglesias servirá para agudizar la conciencia del sector más sensible y crítico de la sociedad española sobre la importancia de averiguar la verdad sobre el 11-M. Pero también de que habrá quienes reaccionen apelando a la teoría de la conspiración y criticando el empecinamiento de los que nos empeñamos en seguir investigando la masacre de Madrid.
La respuesta a los escépticos es muy simple: EL MUNDO se limita a adelantar la principal conclusión de un trabajo científico de 500 páginas. No hay en él valoraciones políticas, especulaciones o consideraciones sobre el terrorismo. Hay datos empíricos, obtenidos científicamente y científicamente comprobables. Su autor es un químico que se centra en la revisión de las pruebas realizadas sobre los explosivos del 11-M en los laboratorios de la Policía Científica, en las que participaron ocho expertos, entre ellos él mismo.

El trabajo de Iglesias durante un año ha seguido los procedimientos habituales establecidos por la comunidad científica y ha sido entregado al Colegio de Química para que otros expertos puedan someter a crítica, controversia o refutación su contenido.

Somos también conscientes de la dificultad de comprensión para el lector de este asunto, en el que es fácil perderse en la complejidad y diversidad de los procedimientos y las sustancias químicas que aparecen, a veces con nombres parecidos.

Hay, sin embargo, dos premisas muy relevantes en este informe científico que llevan a concluir que el explosivo que utilizaron los terroristas para volar los trenes era Titadyn, lo que contradice la versión oficial de que lo que estalló era únicamente Goma 2 ECO.

La primera de esas premisas es que los análisis de la muestra M-1, la mejor conservada y la única que no fue lavada con agua, arrojaron la presencia de nitroglicerina y dinitrotolueno, dos sustancias que forman parte del Titadyn pero no de la Goma 2 ECO robada en Asturias.

La segunda premisa es aún más relevante en la medida en que supone una novedad que deja tocada de muerte la credibilidad de la sentencia: el tribunal concluyó por error que la presencia de dibutilftalato en todos los análisis de las muestras permitía deducir que se trataba de Goma 2 ECO. La deducción es errónea porque esta sustancia forma parte también del Titadyn incautado por la Guardia Civil en Cañaveras, dos semanas antes de la masacre de Madrid. La sentencia afirma que el dibutilftalato era un «componente diferencial» entre uno y otro explosivo y ello no es cierto, como queda acreditado en los análisis de Iglesias.

Como explica hoy nuestro periódico, el dato no se conoció durante el juicio porque la gráfica que reflejaba los resultados del análisis del Titadyn hacía referencia genérica a los ftalatos, omitiendo de forma expresa la aparición del dibutilftalato. Según Iglesias, la omisión pasó «desapercibida» o, tal vez, «fue soslayada» por el director de la pericia. Sea como fuere, lo que dice la sentencia es falso.

Las conclusiones de este informe ponen, sin duda, en evidencia la investigación judicial del 11-M y la labor del tribunal. Por ello, no faltará quien las acoja con desdén o silencio, sin tomarse la molestia de refutarlas cientifícamente y argumentando que la sentencia del juicio ya se pronunció sobre los explosivos.

Pero los hechos son tozudos y lo que publicamos hoy acentúa mucho más las dudas sobre la versión oficial del 11-M. Nadie mejor que el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que es químico de profesión, podría valorar el informe de Iglesias desde el punto de vista científico y -en función de sus propias conclusiones- ordenar una nueva investigación sobre un aspecto tan fundamental para esclarecer la masacre.


Martes, 12 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.085.
ESPAÑA
 
11-M LA INVESTIGACIÓN / El 'informe Iglesias'
AVT: «El 11-M está abierto, hay que seguir investigando»
Madrid
 
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) aseguró ayer que «el 11-M sigue abierto» al existir dudas sobre qué explosivos se usaron.

Ángeles Pedraza, vicepresidenta de la AVT, consideró que el informe publicado por EL MUNDO «supone que tenemos que seguir investigando».

«No sabemos si hubo o no una conspiración en el 11-M. No sabemos si fue o no un atentado puramente islamista, y no lo sabemos porque, ante unas investigaciones que no lograron esclarecerlo, el Estado ha renunciado a seguir en el empeño de descubrir la verdad», manifestó.


Lunes, 11 de mayo de 2009. Año XXI. Número:7.084.
ESPAÑA
 
11-M LA INVESTIGACIÓN / El 'informe Iglesias' (I)
Un informe químico concluye que el 11-M explotó Titadyn
El perito Antonio Iglesias revela que el principal argumento técnico de la sentencia es falso porque el DBP que se atribuye en exclusiva a la Goma 2 ECO también apareció en el Titadyn de Cañaveras. Insiste en que, sin embargo, tanto la nitroglicerina como el DNT detectados en el único resto de los focos que pudo ser analizado, son componentes del Titadyn y en ningún caso de la Goma 2 ECO. Ha revisado durante un año todas las analíticas de los explosivos y ha hecho un informe de 500 páginas que ha depositado en el Colegio de Químicos para someterlo a controversia entre sus colegas
 
MANUEL MARRACO
Madrid

 
Uno de los expertos químicos que analizó para el tribunal del 11-M los restos de las explosiones ha elaborado un exhaustivo informe que descarta que los terroristas empleasen la dinamita robada por la trama asturiana y afirma que, en al menos uno de los focos estalló algún tipo de Titadyn.

El macroinforme del perito Antonio Iglesias considera «altamente probable» que la mochila bomba de uno de los focos de la estación de El Pozo, el número tres, contuviera Titadyn. Para llegar a ésa y otras conclusiones relevantes, repasa a lo largo de casi 500 páginas todos los análisis de la pericial efectuada en el laboratorio de la Policía Científica, en un informe registrado ya en el Colegio Oficial de Químicos de Madrid.

Iglesias participó en la pericial a solicitud de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. Junto a él, otros tres expertos designados por las acusaciones y defensas acompañaron a dos policías y dos guardias civiles. En total, ocho peritos para un informe que debía paliar las graves consecuencias de la deficiente actuación del ex responsable de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano.

En ese repaso de material, el experto se ha topado con un dato que desbarata un argumento con el que el tribunal llegó a la convicción de que en todos los focos había explosionado la Goma 2 ECO robada por Emilio Suárez Trashorras para la célula islamista.

La sentencia de la Audiencia Nacional destacó que «en todos» los focos analizados por los expertos se detectó dibutilftalato (también conocido como ftalato de dibutilo y DBP). De acuerdo con los datos manejados entonces por los expertos y el tribunal, esa sustancia formaba parte de la Goma 2 ECO, pero no del Tita- dyn. De ahí que la Sala diera por probada la presencia de Goma 2 ECO en todos los focos y sólo dejara entreabierta la puerta a que, además, pudiera estar mezclada con otro explosivo.

Sin embargo, el informe Iglesias demuestra que ese mismo elemento también forma parte del Titadyn al que supuestamente descartaba. De hecho, estaba presente en el explosivo de esa marca incautado a ETA apenas dos semanas antes de la masacre en la furgoneta interceptada en Cañaveras.

Entre las órdenes del tribunal a los ocho expertos se encontraba la de analizar una muestra de Titadyn, ante la sospecha de que pudiera ser uno de los explosivos empleados en los trenes. Y sí contenía DBP.

«Sorprendentemente, no habíamos reparado en este hecho durante la pericia. Me he dado cuenta de ello revisando cromatogramas del informe pericial», afirma el experto en el apartado del informe dedicado a la comparativa de dinamitas.

El dato no se conoció durante el juicio porque, en la gráfica que reflejaba los resultados, lo que debería corresponder al dibutilftalato aparecía «marcado de forma genérica» como ftalato. Algo que, según el experto, o bien pasó «desapercibido» o bien «fue soslayado» por el director de la pericia.

La supuesta ausencia del DBP en el Titadyn sirvió a los defensores de la versión oficial para contrarrestar la aparición de dos sustancias -nitroglicerina y dinitrotolueno (DNT)- que no formaban parte de la Goma 2 ECO robada en Asturias. La Policía intentó explicar esa incongruencia con sucesivos razonamientos, desde la contaminación en fábrica hasta la contaminación durante el almacenamiento de las muestras.

En paralelo a lo sucedido con el DBP, la sentencia resaltaba la aparición de un segundo componente (el nitroglicol), que también pertenecía en exclusiva a la Goma 2 ECO. Sin embargo, la tabla de componentes reflejada en el macroinforme indica que también forma parte de todos los tipos de Titadyn.

La presencia de ambos elementos (nitroglicol y DBP) llevó a la Sala a concluir, «siguiendo un razonamiento lógico» -palabras de la sentencia-, que la Goma 2 ECO estuvo presente en todos los focos.

Iglesias, teniendo en cuenta la presencia del DBP en el Titadyn, confirma lo que ya apuntaba en las observaciones que incorporó al informe pericial entregado al tribunal: la presencia de ese tipo de dinamita en al menos un foco del 11-M.

La muestra que analizaron eran 3,5 gramos de polvo de extintor de color rojizo recogidos junto a uno de los vagones. Los expertos coincidieron en que esa muestra, designada como M-1, tenía un «especial interés analítico», puesto que reunía las mejores características para ofrecer resultados de garantía. No sólo actuó como absorbente de las sustancias que estallaron, sino que era la única muestra que los Tedax no habían lavado en sus análisis iniciales.

El informe señala que «la presencia conjunta» de cuatro componentes en la muestra M-1 «permite discriminar el tipo de dinamita utilizado en el foco de donde fue extraída». Dos de esos elementos son comunes tanto a la Goma 2 ECO como al Titadyn (nitrato amónico y ditritoetilénglicol). Otros dos, en cambio, «no forman parte de la Goma 2 ECO y sí del Titadyn» (el dinitrotolueno y la nitroglicerina). «Ante estos hechos [...] consideramos altamente probable que en el foco nº 3 de El Pozo haya estallado Titadyn», concluye.

Más adelante, el experto rechaza la interpretación del policía jefe de la pericia de que la cantidad de nitroglicerina era tan baja que no podía considerarse como un elemento del explosivo que estalló, sino producto de la contaminación durante su almacenaje. «Lo lógico es deducir que la nitroglicerina detectada y confirmada inequívocamente [...] proviene de un explosivo que contenía, no a nivel de trazas, sino en una proporción mucho más elevada, la que corresponde a las especificaciones de las dinamitas que llevan nitroglicerina en su composición», rebate.

Al margen del exhaustivo análisis de esa muestra clave, Iglesias también repasa todas las pruebas realizadas a las otras 13 muestras de los focos que llegaron a sus manos. A su juicio, «la nota más destacada» es la aparición en todos los casos del DNT, ajena a la composición de la Goma 2 ECO. «La conclusión que de ello se desprende es que ha estallado un explosivo distinto de la Goma 2 ECO, ya que ésta no lleva DNT en su composición. En cambio, sí lo lleva el Titadyn». A ello se añade la mencionada aparición de nitroglicerina en la muestra número 1, que también lleva a considerar «altamente probable» que lo que estallase fuera Titadyn.
 
APOYO¶
Tres dinamitas, 21 muestras

 
El informe Iglesias incorpora decenas de gráficos obtenidos por los peritos en los cientos de análisis que efectuaron, así como otros que sirven como resumen. El gráfico superior indica los elementos detectados en las 21 muestras de los focos. El inferior señala los elementos que forman parte de cada tipo de dinamita. Entre ellos no aparece el dibutilftalato, pero el contenido del informe sí lo señala como un componente del Titadyn que les fue encontrado a los etarras de Cañaveras. En la foto se muestra a dos policías recogiendo muestras de uno de los focos de El Pozo que nunca llegaron al juzgado. La imagen acompaña a un escrito que la abogada de las víctimas Manuela Rubio presentó hace dos meses ante la Audiencia.
 
APOYO¶
Lo que conduce al Titadyn
 
  • Dos sustancias que forman parte del Titadyn (nitroglicerina y dinitrotolueno), pero no de la Goma 2 ECO robada en Asturias, aparecieron al analizar la muestra mejor conservada, denominada M-1.

  • El tribunal concluyó que se había usado Goma 2 ECO porque en todas partes aparecía un elemento (el dibutilftalato), que formaba parte de ese explosivo, pero no del Titadyn. Reexaminada toda la analítica, el experto ha detectado que también el Titadyn contiene ese elemento.

  • A juicio de Iglesias, «la nota más destacada» de los análisis es la aparición de DNT, que no forma parte de la Goma 2 ECO, pero sí del Titadyn.

Martes, 12 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.085.
ESPAÑA
 
11-M LA INVESTIGACIÓN / El 'informe Iglesias' (y II)
La Goma 2 de la Kangoo salió de un cartucho de los Tedax
 
El informe Iglesias concluye que el explosivo que cambió la investigación del 11-M y la muestra patrón enviada por Manzano tienen el mismo origen. El químico llegó a este resultado al comprobar la similitud en la granulación de las muestras sometidas a la prueba del almidón. Desmonta las explicaciones oficiales que justificaban que en ambas muestras apareciera metenamina, un compuesto ajeno a la Goma 2
 
MANUEL MARRACO
Madrid
El explosivo encontrado en la furgoneta abandonada por los terroristas del 11-M y la muestra patrón de Goma 2 ECO entregada por los Tedax para hacer una comparativa provenían del mismo cartucho o, al menos, habían estado almacenados juntos antes del atentado. Ésa es una de las conclusiones a las que llega el experto químico Antonio Iglesias, que participó en la pericial ordenada por el tribunal del 11-M y que ha elaborado un macroinforme tras revisar todos los análisis sobre los explosivos.

El experto químico llega a esa conclusión basándose en dos datos esenciales. El primero, la aparición en ambas muestras de explosivo de una misma sustancia llamada metenamina, ajena a la composición original de la Goma 2 ECO pero presente en algunos explosivos de tipo militar. El segundo, la similitud de los gránulos de almidón que aparecen tras someter las muestras a una técnica analítica concreta (microscopia óptica y tinción). La huella que dejan es tan parecida que sólo puede explicarse por el origen común de ambos explosivos.

La consecuencia de todo ello, de acuerdo con el informe Iglesias, es «que el resto de explosivo encontrado en la Kangoo, según la versión oficial, y la muestra patrón [...] o provenían del mismo cartucho o, al menos, habían estado juntas almacenadas en el mismo recinto», y que en este lugar de almacenamiento había metenamina.

Cualquiera de las dos hipótesis planteadas por el experto supone anular la credibilidad del hallazgo que dio un vuelco a la investigación, ya que sitúa el origen del explosivo de la Kangoo en los almacenes de la unidad dirigida entonces por el comisario Juan Jesús Manzano. En las primeras horas tras el atentado, el hecho de que el explosivo fuera Goma 2 restó credibilidad a la tesis de la autoría etarra y encarriló la investigación hacia el terreno islamista.

Así lo expone Iglesias en su informe: «Se comprende fácilmente que admitir cualquiera de estas dos posibilidades comprometía la autenticidad del sumario y/o la actuación de los Tedax. [...] El que las muestras M-2 [restos de la Kangoo] y M-3 [muestra patrón] pudieran haber estado juntas o proceder del mismo cartucho apuntaría claramente a la falsedad de la prueba del resto de cartucho aparecido según la versión oficial en la furgoneta Kangoo».

El día 11 de marzo de 2004, la Policía Científica analizó dos muestras de explosivo. Una correspondía a lo encontrado en la Renault Kangoo abandonada por la célula terrorista junto a la estación de Alcalá de Henares. Eran 3,221 gramos de una sustancia blanquecina adherida al extremo de un cartucho, identificada como muestra M-2. La otra eran algo más de 100 gramos de una muestra patrón de Goma 2 ECO aportada directamente por los Tedax con el objetivo de compararla con la primera e identificada como muestra M-3.

El análisis ofreció un resultado idéntico en ambas muestras. Idéntico hasta en lo que no debía serlo. Aparecieron los elementos propios de la Goma 2 ECO (nitrocelulosa, nitroglicol, nitrato amónico, ftalato de dibutilo, carbonato cálcico), pero también, y en ambas muestras de origen supuestamente diferente, un componente ajeno, la metenamina.

De acuerdo con el informe, el peligro que la metenamina suponía para la versión oficial llevó a la Guardia Civil a esforzarse por «justificar» su aparición. En primer lugar, se pensó «razonablemente» que podía haberse producido una contaminación en la fábrica. Sin embargo, Unión Española de Explosivos informó de que no usaba la metenamina y facilitó al Instituto Armado muestras de todas sus materias primas para que ellos mismos lo comprobaran.

Descartada esa posibilidad, las Fuerzas de Seguridad sometieron la Goma 2 a múltiples pruebas hasta que concluyeron que «la combinación de algunos componentes que constituyen el explosivo, utilizando metanol como medio de reacción, da lugar en el cromatógrafo de gases a la metenamina». Es decir, que la metenamina no formaba parte de las muestras, sino que se generó al analizarlas.

Iglesias mantiene que, pese al «claro empeño» que pusieron en ello, ni el policía que dirigió la pericial ordenada por la Audiencia Nacional ni los agentes de la Guardia Civil que participaron en ella lograron demostrar que eso fuera así. Además de exponer numerosas objeciones técnicas a la explicación, recuerda que «no consta, a día de hoy, la existencia de ninguna publicación científica que avale» la teoría mantenida durante el juicio por la Fiscalía.

Y añade que incluso esa versión oficial, correctamente interpretada, reforzaría el origen común de las dos muestras de explosivo. «Si admitiéramos, sólo a efectos dialécticos, que la metenamina se forma a partir de nitrato amónico, el hecho de que no se forme siempre y sí precisamente con las citadas muestras números 2 y 3 sugeriría que esas dos muestras llevan en su composición un mismo tipo de nitrato amónico, lo que supondría un indicio -uno más- de que provendrían del mismo cartucho».

Pese a que las Fuerzas de Seguridad restaron importancia a la aparición de la metenamina, lo cierto es que entre sus usos se encuentra la de servir de materia prima para la fabricación de explosivos de tipo militar RDX (exógeno, ciclonita, T4). Por ello, Iglesias considera como tesis más plausible para explicar la aparición de la metenamina que las dos muestras hubieran estado «en contacto probablemente con el explosivo RDX del cual, como hemos visto, es su precursor o materia prima para su fabricación. Independientemente de que este explosivo fuera utilizado o no en la voladura de los trenes».
La misma huella
La imagen de la izquierda corresponde al explosivo hallado en la furgoneta Kangoo tras someterlo a una técnica analítica para teñir los gránulos de almidón que contiene y observarlo al microscopio. La imagen central pertenece a la muestra patrón de Goma 2 ECO. «Los granos de almidón presentan un aspecto muy similar» a los de la muestra anterior, afirma Iglesias, que lo explica por el origen común de ambas muestras. Como contraste, el informe incorpora (imagen derecha) el resultado de practicar la misma técnica a otro explosivo del 11-M. «Nótese la diferencia de tamaño de los gránulos de almidón teñidos», observa el experto.


Lunes, 11 de mayo de 2009. Año XXI. Número:7.084.
ESPAÑA
 
11-M LA INVESTIGACIÓN / El 'informe Iglesias' (I)
Incoherencias y confusión en la sentencia
El informe desvela que el fallo judicial se basó en dos errores materiales

MANUEL MARRACO
Madrid

 
Soslaya datos, asume otros incoherentes, crea confusión al introducir elementos innecesarios y, sin embargo, guarda silencio sobre otros relevantes. En las escasas seis páginas que el informe dedica a la sentencia del 11-M, el experto químico reúne múltiples razones para quejarse. Y eso pese a que se muestra satisfecho del «reconocimiento expreso» que los magistrados hicieron de los resultados obtenidos por los expertos. Entre otras cosas, porque «no descarta el uso de explosivos diferentes de la Goma 2 ECO, como Titadyn». «No contradice, por tanto, la esencia de nuestra tesis», añade.

Iglesias manifiesta su «total desacuerdo» con que el tribunal haya asumido unos «datos incoherentes», en referencia al análisis cuantitativo de la muestra más importante, designada como M-1. Este análisis supone intentar calcular las proporciones en que está cada elemento, frente al análisis cualitativo que sólo indica qué elementos aparecen.

El experto recuerda que los ocho peritos habían acordado que no harían análisis cuantitativos porque no serían fiables, por la escasez de las muestras y porque algunos componentes desaparecen tras la explosión. Sin embargo, el jefe de la pericia impuso ese análisis cuantitativo para intentar defender que los elementos que no encajaban en la versión oficial aparecían en proporciones ínfimas.

Este análisis cuantitativo, junto a que el tribunal no supo que el DBP forma parte del Titadyn, supone que el fallo judicial se basó en dos errores materiales.

También reprocha que la sentencia «soslaye» al examinar los resultados un hecho tan relevante como que todas las muestras de los focos habían sido lavadas con agua y acetona por los Tedax, lo que restó calidad a las muestras.

Iglesias también reprocha al tribunal que subraye la presencia de DBP en todos los focos del atentado y que, sin embargo, guarde silencio sobre la aparición, también en todos los focos, del DNT. Mientras que el primero servía para apuntalar la versión oficial, el segundo arrojaba múltiples dudas, ya que no es un componente de la Goma 2 ECO.

En otro punto del informe, hace referencia a la confusión que genera el tribunal al considerar que, junto a la Goma 2 ECO, pudo estar presente otra dinamita denominada «EC». Este explosivo sí tenía nitroglicerina, lo que permitía al tribunal justificar su aparición en los análisis. «Que la sentencia cite aquí la Goma 2 EC queda fuera de lugar e induce a confusión porque había dejado de fabricarse en 1999», rebate el perito.

Iglesias coincide con el texto de la sentencia en que en las muestras analizadas no hay rastro de explosivos militares. Pero hace dos añadidos: que algunos de sus elementos se evaporan en el momento de la explosión -por lo que su uso debe deducirse del estado de los trenes, que fueron desguazados inmediatamente- y que la aparición de una sustancia llamada metenamina apunta a la utilización de uno de esos explosivos, el Semtex.

Respecto a esta sustancia, la metenamina, lamenta que los magistrados no lleguen siquiera a mencionarla, pese a su aparición en varias muestras relevantes y a que uno de los encargos expresos a los peritos fue que ofrecieran explicaciones sobre esa aparición.

 
Martes, 12 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.085.
ESPAÑA
 
11-M LA INVESTIGACIÓN / El 'informe Iglesias' (y II)
«Inadmisible» actuación del comisario Manzano
 
MANUEL MARRACO
Madrid
 
El comisario Juan Jesús Sánchez Manzano protagonizó tanto el inicio como el final de la investigación sobre los explosivos del 11-M. En medio de todo ello fue destituido por las quejas continuas de los tedax bajo su mando, que le reprocharon el desprestigio de la unidad.

Fue su laboratorio, y no el más preparado de la Policía Científica, el que analizó las muestras del explosivo que estalló. Esa decisión de retener las muestras y la de deshacerse de los extractos que resultaron de los primeros análisis -lo que dificultó su examen posterior- llevan a Iglesias a calificar de «inadmisible» su actuación, que «se aparta de la buena práctica analítica». Tres años después, la insuficiencia del trabajo de Manzano forzó al tribunal del 11-M a acordar un nuevo examen de los explosivos.

En el larguísimo listado de irregularidades, el informe incluye no suministrar al tribunal restos de todos los focos de las explosiones, así como ocultar durante años los elementos concretos que detectó -hasta el juicio sólo se habló de «componentes genéricos de las dinamitas»-. Pero todo ello parece menor ante la afirmación de Iglesias de que el resto de Goma 2 encontrado en la furgoneta de los terroristas tenía su origen en el almacén de explosivos que estaba bajo su responsabilidad.


Martes, 12 de mayo de 2009. Año XXI. Número: 7.085.
OPINION
 
IMPRESIONES / Las conclusiones científicas del 'informe Iglesias'
Nuevos motivos para mandar a algunos policías «caminito de Jerez»

A MEDIDA que profundizamos en las conclusiones del informe Iglesias, mayores son las dudas sobre la versión oficial del 11-M y más graves los indicios que ponen en evidencia aspectos fundamentales de la investigación. Ayer subrayamos que, tras revisar exhaustivamente las analíticas de los explosivos, el perito Antonio Iglesias ha descubierto que un componente químico que la Sala consideró exclusivo de la Goma 2 ECO también se encuentra en la Titadyn. Esta conclusión refuta el principal argumento técnico de la sentencia, según el cual la dinamita que estalló en los trenes sólo pudo ser Goma 2 ECO procedente de Mina Conchita. Además, en el mismo estudio, el químico prueba que la muestra patrón policial y los restos de Goma 2 ECO encontrados en la Renault Kangoo utilizada por los terroristas tenían el mismo origen. Es decir, o ambos explosivos salieron del mismo cartucho, o habían estado juntos en el almacén de los Tedax. Iglesias llegó a este resultado tras comprobar la similitud de la granulación del almidón de ambos restos. Asimismo, el estudio rebate la tesis oficial, que atribuía a una extraña reacción química la aparición de metenamina -un componente ajeno a la Goma 2 ECO- en ambas muestras de dinamita. La ciencia proporciona así una base acusatoria que hace difícilmente comprensible que determinados mandos policiales no fueran enviados «caminito de Jerez», como dijo Gómez Bermúdez. Pero, claro, nadie hablará de esto hoy en el debate.