PEONES NEGROS; MANOS BLANCAS

PEONES NEGROS; MANOS BLANCAS

El Gobierno de la Generalidad de Cataluña, ha hecho oídos sordos al décimo aniversario del secuestro y posterior asesinato de Miguel Angel Blanco y, como catalán, me duele.

El Ayuntamiento de la ciudad de Barcelona, se ha pasado por el arco del triunfo el mas salvaje y cobarde asesinato cometido en la persona de alguien que, traducido al corporativismo, no era mas que un colega; vamos, para entendernos, un concejal mas como cualquiera de los del PSC, ICV, ERC o CIU y, como barcelonés, me duele.

Me duele también como barcelonés que, ayer, en la Plaza San Jaime y pese a haber multiplicado esfuerzos, no hubiésemos podido congregar mas allá de 1.200 conciudadanos para rendir un obligado homenaje de solidaridad para con la familia de Miguel Angel Blanco.

El Gobierno de España y el Partido o Partidos que lo sustentan, se ha tragado con el mas vil de los silencios por parte de su Presidente y con las mas falsas demagogias por parte de su Secretario General, un aniversario que, no nos engañemos, mentarlo hubiese representado enojar a sus amigos y colaboradores; los asesinos de ETA y, eso, como español, me jode.

Pero, volviendo a mi ciudad, una vez mas, la Asociación Peones Negros Barcelona estuvo donde tenía que estar y como tenía que estar. Fue coincidencia de fechas con el acto básico del movimiento “11 de cada mes”, relegado en cierto modo a un segundo plano por priorizar a Miguel Angel aunque, de no haberse dado la coincidencia en fechas, igualmente hubiésemos estado.

Con una “intendencia” sencilla pero, para nosotros, la mejor pues había en ella el cariño, la voluntad y el entusiasmo de todos, conseguimos dignificar un acto de homenaje que, quienes deberían haberlo promocionado, no asomaron el pelo o, ¿por que no decirlo?, la jeta. No precisábamos de ornamentaciones ostentosas que, por otra parte y en nuestra modestia, no podíamos asumir. Nos bastó una tarima, un caballete con la foto de Miguel Angel Blanco en mitad de una tela negra con manos blancas pintadas – esas manos blancas por la libertad que nacieron con el espíritu de Ermua – una peana para las dos banderas, la catalana y la española, y un reducido espacio para los oradores.

Se honró la figura de Miguel Angel, se testimonió el sentimiento mas profundo de solidaridad hacia sus padres, hermana y demás allegados, se revivieron aquellos dos días largos de agonía desde el conocimiento del secuestro hasta la confirmación de la ejecución, se leyó el manifiesto que, gentilmente, nos había cedido la Fundación, se aludió a la gira del autobús en su memoria por distintas capitales de España y, en todo ello, había sentimiento y emoción, sentimiento y emoción que, sin jactancia, creemos haber sabido transmitir a todos los congregados entre los que, marcando las diferencias con otros Partidos aludidos en párrafo anterior, había una nutrida presencia del Grupo Municipal Popular así como otros cargos de la Dirección del Partido que aprovechamos para agradecer.

Terminado el espacio que habíamos destinado al homenaje, obviamente, Peones Negros Barcelona, reanudó su reivindicación mensual que, tal vez, terminada la Vista y las evidencias que de ella han quedado patentes, pudo ser mas dura, categórica, concreta y concisa, sobre la patraña de una versión oficial que no se sostiene.

Pero, por una vez, aparco este punto y vuelvo a las “ausencias notables” en el acto de Miguel Angel y vuelvo porqué un rotativo esta mañana establecía la comparación entre esas “ausencias notables” y las “distinguidas presencias” el pasado Octubre en no sé que aniversario del fusilamiento del golpista Companys en los fosos del Castillo de Montjich: la Vice del Gobierno español y el Presi de la Generalidad.

Y vuelvo porqué se me ocurre que, de algún modo, Miguel Angel también era un “golpista” aunque distinto al que quiso cargarse a la Nación. Miguel Angel golpeaba las conciencias de quienes la tienen mas negra que nuestra tela con las manos blancas, luchando por un valor tan elemental como la libertad; por eso resultó y resulta persona “non grata” para los “golpeados” y era un “golpista” también en el mas puro sentido artístico y musical cuando con las baquetas golpeaba los timbales y el bombo de la batería del grupo Poker. Esas baquetas que su novia, Marisa, depositó encima del féretro en el momento de ser introducido en el nicho.

MIGUEL ANGEL BLANCO GARRIDO,
DESCANSE EN PAZ;
¡ VIVA LA LIBERTAD !

Jorge Martí